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Mostrando las entradas de mayo, 2025
  Nueve meses y más Edel-Mari Pérez   Las primeras contracciones llegaron puntuales. —¡Hay que correr! ¿Dónde puso el teléfono de don Vicente? ¡Mayra! ¡Mayra! ¡El teléfono! ¡Date prisa! ¡Ya viene! —dijo Carmen con voz quebrada. Su hermana dejó de palmear tortillas, apagó el fogón, dio un grito de soprano y, con las manos llenas de masa sobre la cabeza, corrió de aquí para allá en busca del teléfono de don Vicente. —¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde está? Afuera, un sol tenaz tiñe de oro las hojas de los árboles del bulevar. Don Vicente parquea frente a la puerta de hierro forjado, pita, baja del auto, toma la pequeña maleta apoyada en la pared, el brazo de Carmen, dirige unas palabras a Mayra y los tres, con rostros afligidos y jadeos musicales, se dirigen a la maternidad. Entre camiones, choques y cientos de motos que se le atraviesan por doquier, don Vicente mira, de tanto en tanto, a las dos mujeres a través del retrovisor. Una sostiene un rosario entre los dedos; la o...
  La locura elevada a su máxima expresión Por Edel-Mari Pérez Aparicio Me pregunto que pensaría, Eduardo Galeano, si de pronto alguien se personara ante sus cenizas : ¡aló, aló, aló…! ; y   lo despertara implorándole volver a la tierra con el encargo de reescribir su libro “Patas arriba, la escuela del mundo al revés”, donde la nueva versión incluyera la derecha en la izquierda, la espalda en el ombligo, la cabeza en los pies…, y se le pidiera a Santa Rita, patrona de los imposibles, un IMPOSIBLE; es decir, que los locos dejaran de gobernar, los cuerdos salieran de su letargo, las motosierras quedaran engavetadas, y los valores que, alguna vez, gobernaron el mundo o, más bien, algunos mundos, volvieran a florecer. Un mundo de unidad, empatía, respeto y diversidad, donde las palabras “guerra, deportación, muro…” NO existieran, y la vida humana valiese por “humana”, NO por poder, dinero o avaricia. Aquí, creo, es donde intervendría la galeana langosta, antes de ser cocina...