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Mostrando las entradas de agosto, 2024

TAREA 3 SEPT 2024

  LA HIJA DE LAS FRESAS Agosto 2024 Juan M Roman Tarea dialogo monologo interior Sutori era el hombre más rico de la comarca. Su negocio de producción, distribución y venta de fresas se extendía mas allá de los confines del valle donde producía el fruto. Pero Sutori tenía un problema. "Que voy a hacer con este hijo mio" se decía. "Está tan embebido con el negocio de las fresas que no ha pensado en casarse. Cuando yo muera, no habrá problema porque el asumirá todo lo que yo tengo. Pero cuando Manelo muera, sin un sucesor que tome su lugar, será el fin de tanto esfuerzo. No sé que hacer para ayudarle a buscar una esposa. Si al menos su madre viviera todavía...." Sutori era un hombre práctico. Pronto sus cavilaciones le llevaron a una posible solución. "Las fresas han sido mi principal ayuda. Gracias a su excepcional calidad, siempre encuentran comprado- res en el mercado. Y en el mercado es a donde acuden todas las personas, especialmente mujeres, cua
EL CORDERITO DE BETSABÉ (v 2) Agosto 28 2024.                                                            Juan M Román -- Nuria, prima querida a quien venero como a una hermana de carne. Gracias por acudir a mi llamado. No sabes cuánto necesito tu ayuda. -- Querida Betsabé, no debes agradecer nada pues siempre estaré a tu lado, como cuando éramos niñas. Pero dime, ¿que te acongoja? Veo por tus ojeras que has llorado. ¿Acaso tu marido te ha maltratado? -- No. Urías no me ha maltratado pero si es por él que estoy sufriendo. -- No entiendo querida, pero me hubiera sorprendido pues Urías tiene fama de ser un alma noble. -- Y lo es. -- Pero, ¿entonces? -- Es una historia un poco larga. ¿Te acuerdas Nuria, cuando el rey David visitó nuestra pequeña ciudad? Las autoridades locales le dieron un gran banquete de bienvenida. A nosotros nos invitaron también, aunque Urías no tiene el rango suficiente para acceder a esos círculos.  -- No digas eso Betsabé. Tu esposo Urías puede ser muy joven,

TAREA Juan M:Describir una escena usando solamente diálogo.

EL CORDERITO DE BETSABÉ Agosto 28 2024.                                                            Juan M Román -- Nuria, prima querida a quien venero como a una hermana de carne. Gracias por acudir a mi llamado. No sabes cuánto necesito tu ayuda. -- Querida Betsabé, no debes agradecer nada pues siempre estaré a tu lado como cuando éramos niñas. Pero dime, ¿que te acongoja? Veo por tus ojeras que has llorado. ¿Acaso tu marido te ha maltratado? -- No. Urías no me ha maltratado pero si es por él que estoy sufriendo. -- No entiendo querida, pero me hubiera sorprendido pues Urías tiene fama de ser un alma noble. -- Y lo es. -- Pero, ¿entonces? -- Es una historia un poco larga. ¿Te acuerdas Nuria, cuando el rey David visitó nuestra pequeña ciudad? Las autoridades locales le dieron un gran banquete de bienvenida y a mi querido Urías lo invitaron también, aunque él no tiene el rango suficiente para acceder a esos círculos. Pues bien, estábamos Urías y yo en una de las mesas mas distantes de l
 Juan Manuel, Jorge, lo logré, qué buenos profesores. Infinitas gracias💖
 Hola amigos y amigas, hasta hoy he podido escribir, si os llega mi mensaje significará que fui buena alumna, si no os llega habré reprobado como alumna. Cruzo los dedos 

Muy agradecida

 Confiando en que mi aprendizaje tecnológico haya dado resultado, quiero aprovechar mi primera incursión en el mundo de los blogueros para agradecerles a todos por la amable bienvenida, por compartir sus conocimientos y hacerme parte de esta valiosa experiencia.  Sandra   

DIALOGANDO ENTRE NOVATOS

 - No doy pie con bola - ¿En qué, Ileana? digo yo - En esta vaina en la que nos ha metido Juan, el famoso blog - Pero es fácil, terció Gloria, cuando se sabe... - El que sabe sabe, el que no... empleado público, sentenció Elba - Ileana ¿te llegó la invitación?, le pregunto cuando la veo titubeante - Déjame ver... es que no la hallo ¿cuándo la enviaste? - Yo no, fue Juan Manuel! por allá a comienzos de mes. En el gmail tienes la función de buscar... Escribes "te invitamos" y seguro llegas - A ver, a ver... ¡sí! ya la tengo y ahora qué hago - Ya lo hice, interviene Gloria, dale un click y acepta la invitación - Por mucho que hago clicks lo único que consigo es errores... ¡Ya no doy más!, termina la conversación Ileana, llevándose las manos a la cabeza.
 Parte de un dialogo de Verissimo: " - Usan otro tipo de pescado. Mucha papa y un pescado barato. El bacalao está muy caro. -Yo le siento un gusto bien definido de bacalao. Igualito al que recordaba. - Ya no es más lo mismo, Víctor. - Estoy pensando que es mala voluntad tuya. - No soy yo, Víctor. Es el bollito. Víctor cogió otro bollito y se lo metió entero en la boca. Masticaba furiosamente. - Mmmm – dijo desafiante. - Víctor… - Oiga, Adolfo! – gritó Víctor al mesero, con la boca llena. Otros cuatro. Y dos cervezas. - Víctor, puedes masticar esos bollitos todo lo que quieras, que no vas a encontrar bacalao. - Pues yo digo que es bacalao. - Ya no es, Víctor. El dejó de masticar. Botó lo que le sobraba de la boca y lo puso en el plato. Miró a Viviña. - Y si pretendiésemos que es bacalao? - No da, Víctor. El mesero llegó con las cervezas. Dice que los bollitos ya vienen. - Cancélelos – le ordenó Víctor."
 El vidente subió los escalones hasta el Oráculo. Se sentó y calló durante horas. Después, oró a los dioses y con humildad preguntó: Por qué ahora no se cumplen mis profecías?  Por qué me abandona la Inspiración Divina?

En el mar

  “¡Devastador! Tsunami en Chile…” (El Mercurio, 27 de febrero 2010)   En el mar Jorge Rivera Lo tuve todo en mis manos. Las ilusiones, los sueños. La paz. La sensación de triunfo. Fue en el mar, cuando el horizonte se me escurrió entre los pliegues de mi piel. Se metió dentro de mí. Me invadió. Ya las olas levantiscas no estorbarían más la contemplación de la infinita línea. Ni los peñascos impedirían que el atardecer incendiara las nubes y las frustraciones. Las gaviotas proseguirían sin final sus vuelos, ora plácidos, ora atrevidos. ¡Me había transformado en un cormorán, engullendo peces y felicidad! Lo tuve todo en mis manos. Con el horizonte dentro de mí, no cabía un pensamiento oscuro. Los tropezones de la vida, simples corcoveos de mi barca en un mar embravecido.  Sin marcha atrás. Apenas, de cuando en vez, un abrir de senda nueva para capear cualquier tormenta. De cuando en vez, porque, en verdad, casi siempre la brisa era apacible. Las cosas diarias de la vida fluían